“El último giro político y estratégico, adoptado por razones meramente electoralistas, significa el fin del proyecto político de izquierda abertzale zibil eta zabal [civil y amplia] defendido durante los últimos 10 años por Aralar”. Esta reflexión proviene de una parte de la militancia y cargos públicos de Aralar, agrupados como Aizkorri Taldea, que alertan de una división total en el seno del partido en Gipuzkoa, uno de los territorios donde es más fuerte.
Sus integrantes aseguran que la formación se encuentra rota en dos facciones enfrentadas desde que la dirección decidió renunciar a su identidad política y apostó por la unidad de acción con la antigua Batasuna hasta concurrir como Amaiur en las pasadas elecciones generales. Este grupo culpa a la actual dirección territorial de emprender una labor de “depuración” interna para apartar a los militantes críticos, lo que ha generado un “fuerte malestar” interno y la baja de algunos afiliados. (klik egin-ver más)
Mikel Ormazábal, en El País-edición País Vasco
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