Pegatinas intolerantes como la que vemos aquí ayudan en la demagógica tarea de señalar a grupos étnicos diferentes como responsables de la penuria económica que vivimos, sin reparar en el daño irreparable al que se somete a la convivencia y a la cohesión social. Poco hablan, sin embargo, de la participación de China en la deuda pública española. Eso no les interesa.
Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbao, ha hecho también un mal uso de su indudable tirón entre la población para abundar en los tópicos al uso: "Tienen bazares, los domingos se transforman en una tienda de 150 metros y abren, ponen una persiana, y allí comen, duermen, procrean…..no sé dónde se mueren”. De esa manera, pretende estimular la apertura del comercio local en días festivos para no dejar ese mercado libre a los chinos. Quizás sea excesivo calificar de xenófobas sus afirmaciones, tal como se ha denunciado. Pero no podemos menos que señalarlas como impropias del espíritu didáctico que habría que suponer a una figura pública de calado.
Praxku
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