Es seguro que cuando Iosu
Uribetxebarria sea excarcelado haya quienes pongan el grito en el cielo
clamando contra la debilidad del Gobierno español, y también quienes, en
un alarde de frivolidad, proclamen que este espinoso asunto ha tenido
un final feliz. Ambas percepciones ahondan en errores de alto riesgo,
como confundir la justicia con la venganza, los primeros; o confundir el
orden público con la ética, los segundos.
Fue el propio Jaime Mayor Oreja quien siendo ministro del
Interior estableció en el año 2000 la normativa legal de que se
concediera la libertad condicional a los presos con enfermedades "graves
o incurables". Fue también el propio Mayor Oreja quien hostigó a la
derecha más radical para que alimentase el odio irracional contra el
terrorismo de ETA y todas sus supuestas derivaciones hasta el
nacionalismo vasco democrático. Objeto especial de ese odio fueron los
militantes de ETA detenidos, para quienes desde esos sectores se
prodigaban soflamas de venganza que exigían endurecer las leyes y se
expresaba sin pudor el empeño de que se pudriesen en la cárcel. (klik egin-ver más)
Félix Muñoz, en Grupo Noticias
Está por ver si este caballero tiene una enfermedad "incurable" y el tiempo que le queda de vida. Soy partidario de que se aplique la normativa vigente, pero de verdad, en aquellos casos en los que se demuestren categóricamente las condiciones para la excarcelación. De momento está cuestionada y todo el proceso en manos de un juez.
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