
La segunda es el mapa resultante con el muy fuerte descenso de CIU que, buscando el sorpasso de sí mismo y de su impopular y desmedida política de recortes, gana las elecciones pero pierde 12 escaños y la apuesta. Se retrotrae al mismo lugar en el que estaba en 2003 y 2006 en escaños, un lugar más natural que el sobredimensionado espacio que ocupó por la anterior crisis de ERC. Se produce un fuerte ascenso de aquellos a los que Artur Mas pretendió tomar prestado el programa. Ha resultado un trasvase de votos de CIU a una más creíble ERC (más que dobla). (klik egin-ver más)
Ramón Zallo, catedrático de UPV-EHU (en Grupo Noticias)
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