Alberto Freire, locutor de la emisora pública Radio Galega que emite en su idioma vernáculo, recibe en su programa una llamada de una señora de Ferrol que insiste en que le tienen que atender en castellano. Dice que habla inglés y francés, pero que no tiene ningún interés en aprender galego. El locutor le rebate educadamente sus argumentos, hasta que la señora le cuelga el teléfono. El objeto de la llamada no era otro que la provocación, insistiendo en varias ocasiones en que la radio "se financia con dinero público". ¿Con qué dinero se financian tantas radios y medios que emiten exclusivamente en castellano marginando los derechos de las lenguas minoritarias?
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