La sentencia del Tribunal de Derechos Humanos ha despertado los más bajos instintos de la intransigencia carpetovetónica. Los presos, esos presos precisamente, iban a salir algún día en libertad años más, años menos, con doctrina Parot o sin ella. En mi opinión, cuando salieran volverían a levantarse las mismas voces airadas porque lo que en realidad pretenden quienes instrumentan la protesta es la cadena perpetua para esos presos ("que se pudran en la cárcel") o, si me apuran, la pena de muerte. (klik egin-ver más)
Pablo Muñoz, en Grupo Noticias
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