Basta con hojear por encima la historia de Ucrania para cerciorarse del carácter de encrucijada que tradicionalmente ha tenido y aún tiene hoy el país (se baraja incluso la opción de que su propio nombre, Ucrania, signifique “territorio fronterizo” en eslavo antiguo). Una tierra fértil disputada por rusos, polacos, turcos, austrohúngaros,... la historia le ha dado al país un carácter similar al de la Judea bíblica, un territorio siempre en disputa por otras naciones más poderosas. Todo esto a su vez ha desemboca en una diversidad étnica, regional, lingüística,... en la que me detendré más abajo. Muy brevemente: el país pasa a formar parte de la URSS en 1922 y permanece en ella hasta su disolución a comienzos de la década de los noventa. Tras esto, el país se erige como estado soberano y neutral (con todas sus comillas que se les quiera poner, pero así es) y hasta hoy. (klik egin-ver más)
José Luis Estévez Navarro, en Rebelión
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