Hoy, 3 de junio, se cumplen 35 años desde que el guardiacivil José Martínez Salas asesinó en Tudela, de un disparo en la cabeza a Gladys del Estal. No hay constancia de que aquella acción supusiera un borrón en su expediente, puesto que siguió en la Guardia Civil y, en 1992, fue condecorado con la Cruz del Mérito Militar. En los últimos tiempos, mucho se ha hablado de las víctimas, de todas las víctimas, incluidas las producidas por la violencia del Estado. Pero, hoy por hoy, Gladys sigue formando parte del grupo de víctimas de segunda o de tercera, pues carece del debido reconocimiento.
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