Su mundo no es el nuestro. La prueba más palpable nos la dio hace pocas fechas alguien de probada autoridad como la vicepresidenta del gobierno: ella sabe de una calle donde ya se ve mucha más alegría que antes. Y llevo ya semanas buscándola para acercarme a su universo. Sin duda la princesa Letizia luce exultante desde hace unos días, pero no debe ser por las mismas razones que las personas a las que alude la vicepresidenta. Con seguridad no se disponen todos ellos a ser reinas. La búsqueda de la felicidad es una de las ambiciones más constantes en el ser humano, así que –como digo- me puse a la tarea de encontrar ese lugar siguiendo diversas pistas. (klik egin-ver más)
Rosa María Artal, en El Periscopio
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