Una postura muy extendida en el dogma neoliberal es que las desigualdades de renta y riqueza en un país son un aliciente para la buena marcha de la economía. Es decir, que son necesarias y buenas para el desarrollo económico. Tal postura subraya que el hecho, por ejemplo, de que haya una minoría con mucho dinero y riqueza, muy por encima de todos los demás, incentiva a estos últimos –los demás- a intentar pertenecer a esta minoría en la cúspide. Otra manera de expresar esta postura es subrayando la necesidad de que haya un gradiente acentuado de riqueza y de rentas, pues, así, cada persona en esta escala quiere llegar a un nivel superior, motivando a la gente para que cada vez quiera llegar a más y más. Se señala que es así como funciona el sistema económico y financiero, basándose en el principio de que cada individuo desea alcanzar a los que están por encima de él o ella. De esta manera se considera que a mayor desigualdad en un país, mayor es el incentivo para subir en la escalera social, trabajando más y más, lo cual repercute en un mayor crecimiento económico. De este postulado neoliberal se concluye que cualquier intervención pública encaminada a la redistribución de la riqueza y de las rentas es negativa, pues disminuye y retrasa el crecimiento económico. (klik egin-ver más)
Vicenç Navarro, en su blog
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