En el libro que acaba de publicar sobre sus experiencias como secretaria de Estado durante el primer mandato (2008-2012) del presidente estadounidense Barack Obama, titulado Decisiones difíciles (1), Hillary Clinton escribe, a propósito de Cuba, algo fundamental: “Al terminar mi mandato, le pedí al presidente Obama que reconsiderase nuestro embargo contra Cuba. No cumplía ninguna función y obstaculizaba nuestros proyectos con toda América Latina.”
Por primera vez, una personalidad que aspira a la presidencia de Estados Unidos afirma públicamente que el bloqueo impuesto por Washington –¡desde hace más de cincuenta años!– a la mayor isla del Caribe no cumple “ninguna función”. O sea, no ha permitido doblegar a ese pequeño país a pesar del gran sufrimiento injusto que le ha causado a su población. (klik egin-ver más)
Ignacio Ramonet, en Le Monde Diplomatique