Entre los muchos agujeros económicos que están saliendo en las cuentas de Osasuna, los auditores de la LFP encontraron uno que les llamó la atención. La Fundación Osasuna debe 300.000 euros al colegio Luis Amigó, del que Esparza es trabajador en excedencia, por haber tenido alojados a 20 menores que el club había traído para mejorar su cantera. Los auditores alertan también de que el Colegio Amigó (de los capuchinos) no emitía factura por el alojamiento y manutención de los jugadores de fútbol base.
El acuerdo entre Osasuna y Amigó se forjó durante la etapa en la que Esparza era el director del Instituto Navarro para el Deporte (IND) y los primeros niños llegaron a la residencia Lagun Etxea (ubicada en los terrenos del colegio) para la temporada 2008-2009. En el primer listado de menores aparecen jóvenes de entre 14 y 18 años de localidades navarras alejadas de Iruñerria (el Colegio Amigó se encuentra cercano a las instalaciones de Tajonar, en el valle de Aranguren). Al poco, las cosas fueron a más y en Lagun Etxea aparecieron menores oriundos de Rumanía o países como Malí, así como de otras comunidades del Estado, según relataba un educador en el año 2012. (klik egin-ver más)
Aritz Intxusta, en GARA
No hay comentarios:
Publicar un comentario