
Pero Fitero sigue igual. Unos han pegado carteles y otros los pegarán. Unos han presentado programa electoral y otros lo presentarán. Unos acuden con siglas demasiado vistas y otros sin siglas conocidas, o eso piensan todos menos Diario de Navarra y Fitero Actual, página que controla nuestro Ayuntamiento. Unos y otros. Ése es uno de nuestros problemas, prenda de la Guerra Civil que se enquistó en nuestra localidad por la ferocidad de los vencedores y el orgullo del heredero ante el crimen del padre, amén del comprensivo pero a la larga asfixiante, rencor social de las víctimas. Después, un prometedor Fitero de inicios del siglo pasado, añeja capital moral de comarca con rico comercio y prometedora industria, echó inconscientemente el freno de mano, quizás por la mentalidad conservadora que nos han tatuado los innegables lazos e influencia del Monasterio, que a la larga ha dado más sombra que luz a nuestro pueblo-léase sin connotaciones ateas, solo económicas-. (klik egin-ver más)
El Reyno Digital
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