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miércoles, 29 de julio de 2015

LEHENDAKARI BARKOS

Hay símbolos que valen mil palabras. La toma de posesión de Uxue Barkos como nueva presidenta de Navarra estuvo marcada por dos gestos de alcance. Un aurresku y una jota navarra cantada por un orfeón. Dos iconos que pretenden sintetizar con naturalidad la identidad dual de Navarra. Ha sido inteligente la presidenta al optar por una escenografía que pretendía tranquilizar a quienes temen que la llegada de un Gobierno nacionalista a Navarra pueda traer un aire de revancha. Serán los hechos los que confirmen si la declaración de buenas intenciones se queda o no en un brindis al sol. De entrada, las primeras palabras no son de ruptura, ni en el ámbito identitario ni en el económico. Los empresarios han pasado del tono apocalítico inicial a un mensaje bastante más templado en un ejercicio de pragmatismo. (klik egin-ver más)
Alberto Surio, en El Diario Vasco

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