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miércoles, 26 de agosto de 2015

EL DOMINGO, EN LA SIMA DE GAZTELU

Por una rara casualidad, en el año 2010 la Asamblea General de la ONU declaró, el 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Precisamente el mismo día en el que, años atrás, se habían producido las desapariciones más escalofriantes de toda nuestra guerra civil: una joven madre, con sus seis hijos pequeños y otro más en sus entrañas. La familia Sagardía Goñi. Un hecho sin parangón, lo cual es mucho decir, entre las masacres de 1936.  (klik egin-ver más)
Jose Mari Esparza, editor y miembro de Euskal Memoria

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