Txistularis y dantzaris de Olite/Erriberri, así como amigos de otras localidades vecinas como Tafalla, participaron ayer en un sentido homenaje póstumo a Marío Ojer Cortés, fallecido a principios de agosto a los 64 años y pionero en los años 80 en el acompañamiento musical de Txibiri Dantza Taldea con su inseparable txistu y atabal.
El programa comenzó con unas dianas en un acto que llenó la Casa de Cultura, donde se bailó un aurresku ante la familia y hubo concentración en la Plaza al mediodía. Tras una actuación de antiguos y actuales dantzaris, los promotores participaron en un aperitivo en la sociedad El Retiro.
Cabe recordar que en las pasadas fiestas de Olite, el Ayuntamiento tuvo un recuerdo para la labor desinteresada del desaparecido txistulari y entregó el pañuelo de la ciudad a su viuda, Reyes Etxarri, y a su hijo, Aritz Ojer.
La Voz de la Merindad
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