La media noche del 26 de agosto de 1936, cuarenta vecinos, en cuarenta minutos cargaron en una camioneta que recorrió el pueblo de punta a punta a ventiséis inocentes para matarlos.
En unas horas, a tres los fusilaron en la pared del cementerio, a cuatro los abatieron dejándolos huir campo a través. Eran los que no cupieron en la camioneta.
A siete los asesinaron en la paredes del cementerio de Frescano y al resto los mataron por los campos secos de Magallón.
Es uno de los días más sangriento del " Glorioso Movimiento Nacional" en nuestra tierra del que todavía se sufren sus consecuencias terroríficas.
El viernes 26 de Agosto, a las ocho de la tarde volveremos hacer el mismo recorrido que hizo aquella noche esa camioneta y haremos un recuerdo de cada una de las víctimas.
Buñuel, ese trozo de Bardenas trazado con los colores de la sed, había iniciado el camino del progreso y la esperanza hasta que aquel agosto del 36, tan sediento como bárbaro, segó los tallos verdes para que la seca opresión fuera su único fruto.
ResponderEliminarBuñuel sigue siendo y representando el estereotipo de la Navarra alienada, nacida de la hiena que no ha dejado de campar por sus calles, mentes y corazones desde entonces.
Y sin embargo de Buñuel fueron y son algunas de las más próceres personas que he conocido bien por sus historias leídas, contadas, o bien personalmente.
Pedro José Francés, siempre se lo digo, es un Van Gogh vivo que al parecer estamos esperando que muera para reconocerle, para admitir su gran obra escrita y su gran determinación: es incorruptible y perseverante… Dos grandes cualidades que lo condenan al ostracismo en el que vive injustamente: los políticos no se fían de quienes no besan manos, ni de quienes les señalan, aún menos….
Que nos siguen gobernando los mismos que iniciaron la gran matanza del 36 bajo la misma ideología, es un hecho; que si alguna vez no nos gobernaron, lo hicieron los que creyéndose contrarios siguieron haciéndolo con la misma mentalidad: cómo irónicamente no para de decir Pedro José “las víctima y familiares de los represaliados, no pocas veces, han querido demostrar a sus verdugos que son más católicos que ellos”… Y ahí estamos.
Las enseñanzas literarias, los relatos históricos, los grandes hombres y sus grandes obras a los que se les arrebató la vida o poder seguir viviéndola como ellos hubieran querido, fue un gran crimen que se perpetro un día como hoy; pero no sólo con fusiles y cunetas se mata la esperanza, también con desdén, humillación y olvido… que es lo que siempre ha recibido Pedro José de quienes tenían el deber de restituir la memoria de las víctimas y la memoria de lo que un día fuimos y ya no nos dejaron ser más.
Pedro José Francés es también una víctima de aquella ignominia, viva y en el hoy. De nada servirán los homenajes ni la llamada Memoria Histórica si seguimos fusilando y tirando en cunetas, metafóricamente hablando, a los libertadores sociales de hoy que son tan necesarios como lo fueron los libertadores republicanos asesinados del ayer.
A las nuevas generaciones, a los escolares, no se les enseña nada de lo que pasó, y si todo lo que no pasó. Que libros, como los de Pedro José, no estén en el circuito educativo navarro son una prueba de que la matanza iniciada por el Glorioso Movimiento Nazional, continua. No nos dejemos derrotar.