Ya ha cumplido la primera parte de su papel la gestoría contratada por el tándem González-Díaz-Cebrián. Una primera parte broncoburda y de inevitable impacto mediático. Le queda por cumplir la segunda, la de gestionar la asamblea extraordinaria de la clientela de la empresa: gestionar su posible no convocatoria o su celebración y desarrollo en caso de no poder evitarla. Cómo encauzar el viejo eslogan empresarial de que el cliente siempre tiene razón para que siga siendo verdad tras conseguir que las razones de la clientela coincidan con las de la empresa. Para empezar, tendrán que lograr que la clientela acepte cambiar los estatutos y renuncie a ese derecho que ya había conseguido de elegir directamente al presidente del consejo. ¿En qué empresa se ha visto jamás semejante derecho en manos de la clientela? Difícil misión la de esa gestoría, pero no imposible de culminar exitosamente con los medios tecnológicos de hoy día, capaces de manipular mentes, de hacer aparecer y desaparecer nombres a su antojo de la lista de clientes, de vender peines a cuanto calvo encuentren en el mercado. (klik egin-ver más)
Bixente Serrano Izko, en Diario de Noticias