El lunes 6 de febrero UPN presentó en el Parlamento de Navarra una propuesta de declaración institucional en la que denostaba el acto organizado por el Gobierno de Navarra para el día 18 de febrero. Este acto pretende realizar un reconocimiento y reparación de las víctimas de actos de motivación política provocados por la extrema derecha o funcionarios públicos.
El acto, tal cual, viene recogido en la Disposición Adicional Primera de la Ley Foral 16/2015, una ley aprobada por el Parlamento de Navarra el 10 de abril de ese año, que dice que “durante el primer año desde la entrada en vigor de esta ley, el Gobierno de Navarra, en colaboración con el Parlamento de Navarra y los ayuntamientos, realizará un acto de homenaje a las víctimas de motivación política producidas por la acción de organizaciones de extrema derecha o funcionarios públicos en el contexto de la violencia de motivación política”. La ley expresa también con claridad en qué consistirá dicho homenaje. (klik egin-ver más)
Koldo Martínez, portavoz parlamentario de Geroa Bai
Ser más papista que el papa, a fin de cuentas.
ResponderEliminarKoldo nos ha vuelto a dar toda una lección de cómo se debe comportar los súbditos buenos y ejemplares y que pretenden serlo por encima de todo ante los ojos de quienes ni son buenos ni ejemplares pero que como nos gobiernan y cuentan con la fuerza bruta del Estado poco importa. Y para que nada cambie, el gobierno del “cambio”
Quienes nos han gobernado hasta ahora no han sido otra cosa que verdugos, cómplices y encubridores del terrorismo del Estado: quienes no reconocen a las víctimas que provocan y quienes no suelen pagar por los crímenes que comenten…
Pese a todo ello, lo importante, según Koldo y GB, es hacerles ver a los verdugos –que en Navarra están en la oposición pero no así en el Estado- que las cosas que se hacen respecto de este asunto peliagudo son hechas dentro de la más estricta legalidad y normas que esos mismos verdugos redactaron. Redactaron para poner en los altares a sus víctimas, los caídos por la patria, para lavarse las manos que continuamente se ensangrientan y para maldecir y condenar eternamente a los que perdieron el temor de atentar contra el Poder gobernante. Mal vamos.
Pretender ser los “alumnos” aventajados de los malos “profesores” sólo nos conducirá a lo que hoy tenemos y que durante los 40 años posteriores a los 40 años de dictadura no han solucionado porque no hubo intención de solucionar: las cunetas siguen llenas y seguirán….
Necesitamos gobernantes con criterio propio, alejados de las corruptas formas de atender y entender la violencia, las víctimas y los verdugos, y no buenos y disciplinados acatadores de leyes escritas por corrompidos con las manos manchadas de sangre.
¿Cuántas veces han sido reconocidas las víctimas de ETA en Navarra por los diferentes gobiernos habidos? ¿Por qué hay que seguir reconociéndolas si ya han sido resarcidas y muy por encima de lo habitual? ¿Hasta cuándo hay que reconocerlas: indefinidamente tal vez y por qué?
De la misma forma que dar de comer al saciado mientras el hambriento sigue pasando hambre, seguir reconociendo y homenajeando lo hartamente reconocido y homenajeado, mientras por mucho que se homenajeen o reconozcan –que no es el caso- a las víctimas del terror del Estado, éstas seguirán sin ser resarcidas porque el Gobierno navarro no tiene la potestad que si tiene el del Estado de poder hacerlo plenamente, y ese poder gobernante estatal, hoy por hoy, se niega descaradamente a hacer tal cosa sin que nada ni nadie pueda poner ante los tribunales y bajo leyes tal actitud criminal
EN ESTO ES EN LO QUE DEBE PERDER EL TIEMPO Y LOS ESFUERZOS EL GOBIERNO DEL CAMBIO: EN AMORTIGUAR Y ENCAUZAR LA DESIDIA LACERANTE DE LOS GOBERNANTES DEL ESTADO PARA CON LAS VICTIMAS QUE PROVOCA, Y NO EN EXPLICAR LO BIEN QUE RESPETAN LAS LEYES CORRUPTAS A LOS INHUMANOS QUE LAS HICIERON PARA UTILIZAR A SUS VICTIMAS Y PONERLAS SOBRE TODAS Y TODO LO DEMAS.
No hay mejor forma y manera de hacer verdad y realidad el TODAS LAS VICTIMAS que luchar sin descanso por todas las víctimas que faltan por resarcir. Es el tiempo de las víctimas olvidadas y humilladas y no el de la ya resarcidas.