En la salita de espera aneja al despacho de María José Beaumont hay un armario cerrado con llave, antiguo y de una madera de aspecto cerúleo, probablemente sea alguna raíz. En él se guarda la biblioteca personal de Francisco Salinas Quijada, junto con Álvaro D’Ors y Jesús Aizpún, el más famoso de los autores del “Fuero Nuevo” o “Compilación Civil de Navarra” de 1973. En una nota enmarcada, agradece la donación Aladino Colín, del PSN. El Fuero Nuevo, en realidad, es el Código Civil navarro, surgido de la costumbre y la tradición jurídica propia. Dicho código está en vigor y, desde que fuera promulgado por Franco, ha sufrido muy pocas modificaciones, pues la atribución de modificar el articulado siempre ha estado reservado oficiosamente a juristas de ideología muy conservadora, que no han visto la necesidad. Esta falta de actualización ha convertido el Código Civil navarro en un fósil prácticamente inservible, salvo para casos de herencias y poco más. Y además, rezuma unos preceptos ideológicos caducos y hasta misóginos en algunos extremos. (klik egin-ver más)
Aritz Intxusta, en GARA
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