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lunes, 30 de octubre de 2017

LA IMAGEN DEL FRENTE UNIONISTA

La manifestación unionista que ayer en Barcelona se proponía removilizar el sentimiento español que sin duda alberga un sector de la población de Cataluña  volvió a denotar la estructural dificultad hispánica para comprender los conflictos nacionales existentes en el Estado. Al margen de los graves incidentes posteriores, la manifestación, apoyada entre otros por Falange y por Vox, transcurrió entre gritos de exigencia de encarcelamiento y vítores a la policía que reprimió a la población el 1 de octubre. Y para que no faltara nada, con esta imagen de un eufórico Miquel Iceta, el que hace unos meses imploraba a Pedro Sánchez que les librase de Rajoy, en efusiva camaradería con líderes del PP. 
Parece más que previsible, lo reconozcan o no previamente, que el unionismo sume sus fuerzas después del 21 de diciembre para intentar apropiarse de las instituciones catalanas. Se encontrarán con un problema. Cataluña es plural, efectivamente, pero el espacio político de los que hoy no desean o no ven la independencia conveniente o prioritaria también lo es. Muchos se sienten legítimamente españoles y muchos son los que teniendo o no como nación afectiva a Cataluña, no desean o no ven hoy conveniente o prioritaria la independencia, pero defienden el derecho a decidir. Instantáneas como esta que propició Iceta ayer difuminan los matices y representan un torpedo para su estrategia.
Para quien lo ponga en duda puede valer recordar esta fotografía, tomada el 28 de abril de 2001 en el Kursaal donostiarra, en la que Savater testimonió que Mayor Oreja y Redondo Terreros iban a una.
Una imagen que hizo surgir nacionalistas desde debajo de las piedras, asustó a una parte considerable del electorado socialista e hizo más contundente y difícil de digerir la derrota constitucionalista.
Praxku

3 comentarios:

  1. No hay que tener memoria selectiva: el pacto de ajuriaenea, el lacito azul, demócratas contra violentos...fue esto mismo. No pocos de los que hoy se ven asombrados, perturbados e incluso amenazados -porque estos unionistas son terroristas e impunes de verdad y desde 1936- hace nada hacían lo mismo que hoy critican. El problema catalán es el mismo que el problema que tuvimos aquí todavía irresoluto. Porque los métodos de lucha no cambiar los problemas que los originan. Y el mismo problema que ha estallado en Catalunya con la declaración de la DUI es el mismo que hizo que aquí tuviéramos una guerrilla armada. Porque el problema es idéntico en ambos casos: la falta de libertad e igualdad…Hay un nacionalismo mayoritario que quiere fagocitar a los otros porque es incapaz de vivir en cohesión. Su obsesión nacional es fascista porque no soporta que haya alguien que no quiere ser de su nacionalidad y dentro de los de su nacionalidad ni siquiera soporta que no sean de tal determinada forma: de ahí que los españoles rojos, republicanos y ateos son tratados igual que si fueran catalanes o vascos secesionistas... La indivisibilidad impuesta por el mayor criminal de los últimos 81 años, Franco, es la bandera de estos nacionalistas mayoritarios y esto ya nos da una idea de quienes son. Un problema, por otro lado, que tiene dos murallas todavía infranqueables y que juegan a favor del unionismo y de ahí su aparente victoria permanente y su inmovilismo táctico: una, la descomunal diferencia demográfica del nacionalismo español frente a los otros pueblos de España, que no son españoles aunque sean de España; y la forma no democrática de defender los principios del nazional catolicismo, es decir, la unidad por la fuerza de las armas y la violencia.. Así pues, partimos de una situación desde la que incluso con una mayoría abrumadora en los lugares secesionistas favorable a la independencia, acabaría de igual forma que han acabado los intentos precedentes. Por todo ello debemos exigirnos y exigirse de los políticos un trabajo tenaz por la unión de fuerza para alcanzar la sinergia que precisamos y sin la cual nunca podremos salir de esta cárcel llamada Estado español, que fue edificada sobre un cementerio: el de los españoles asesinados en la gran matanza de 1936-39

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