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jueves, 19 de octubre de 2017

UN ESTADO DE DERECHO ROTO

Se nos indicó hace tiempo lo que se avecinaba: lo hicieron los políticos catalanes advirtiendo con claridad sobre lo que pensaban hacer. Lo hicieron muchos otros fuera de Cataluña. Ahora estamos donde estamos: en una peligrosa y excepcional coyuntura en la que se ha ido demasiado lejos. Lo que pudo valer como solución hace un tiempo es dudoso que sirva hoy. Una parte muy importante de la sociedad catalana está soliviantada: no solo se trata de independentistas. El fenómeno es mucho más complejo y toca a mucha más gente. Se puede seguir con las amenazas, con el recurso a la ley, se puede acusar de sedición a más manifestantes, incluso a cientos de miles, se puede seguir diciendo que cumpla usted la ley y luego hablamos. ¿Y? Ya no estamos en esa fase, me temo. Los políticos harían bien asumirlo antes de que la maquinaria se atasque por completo intentando cumplir leyes que a millones de personas cada vez importan menos.
Pello Salaburu, en El Diario Vasco

3 comentarios:

  1. -1-

    Ortega y Gasset: la España invertebrada. Año 1921. Basta leer el capítulo titulado “¿por qué hay separatismo?” para darnos cuenta de las similitudes de nuestro tiempo con aquel pasado en donde ya había separatismo (para sorpresa de los parlanchines del presente que piensan que todo surgió anoche: por culpa de consentir el “libertinaje” de las autonomías)…. Pero hoy como ayer deberíamos preguntarnos: “¿son muchos los españoles que hayan llegado a hacerse cargo de cuál es la verdadera realidad histórica de tales movimientos?. La pregunta advierte con preocupación de la ignorancia colectiva española sobre estos asuntos que no hace sino empeorarlo todo. Hoy no sólo sigue existiendo esa ignorancia 100 años después –no aprendemos-, sino que hemos sido testigos de que ha sido fomentada institucionalmente y por Poderes Fácticos y de forma ininterrumpida sobre todo desde 1936 y hasta nuestros días –no nos dejan aprender-. “Para la mayor parte de la gente el “nacionalismo” catalán y vasco es un movimiento artificioso que, extraído de la nada, sin causas ni motivos profundos, empieza de pronto unos cuantos años hace. Según esta manera de pensar, Cataluña y Vasconía no eran antes de ese movimiento unidades distintas de Castilla o Andalucía. Era España una masa homogénea, sin discontinuidades cualitativas…” Un texto, unas reflexiones, un diagnóstico, de cómo pensaban hace 100 años que sirve perfectamente para describir el pensamiento actual unionista y de los de la “indivisibilidad”. Nada hemos avanzado, pues. Basta oír lo que las televisiones, las radios y la prensa “libres” dicen sin parar, todas lo mismo, y todas eso mismo, algo que ya denunció el profesor Ortega y Gasset por su simpleza argumental y los males que acarrea. “Unos cuantos hombres movidos por codicias económicas, por soberbias personales, por envidias más o menos privadas, van ejecutando deliberadamente esta faena de despedazamiento nacional que sin ellos y su caprichosa labor no existiría “ Hoy mismo estamos escuchando estos argumentos en boca del unionismo y de sus muchos mass media, haciendo hincapié en que todo es por culpa de Mas, Puigdemont, o entre los vascos, Arnaldo Otegi y Uxue Barkos, como en el ayer fueron por culpa de Cambó y Sota, entre otros. ¿Coincidencia o lógico discurso entre los que nada han aprendido ni piensan aprender sino que reinciden en el error que nos condena a seguir con los mismos problemas y conflictos de décadas atrás? “Los que tienen en estos movimientos secesionistas pareja idea, piensan con lógica consecuencia que la única manera de combatirlos es ahogarlos por directa estrangulación: persiguiendo sus ideas, sus organizaciones y sus hombres” Si en este texto no se ve que tal idea equivocada hoy son, precisamente, artículos constitucionales, articulo 8º, articulo 155 y similares…, es que se está ciego. Por no mentar los “globos sonda” que se están lanzando sobre la ilegalización de los partidos independentistas, etc etc. Siguen con las erróneas políticas del pasado para atajar problemas del presente larvados por las políticas erróneas añejas, es decir, espiral, bucle, círculo vicioso….. “la forma concreta de hacer esto es, por ejemplo, la siguiente: en Barcelona y Bilbao luchan “nacionalistas” y “unionistas”; pues bien: el Poder central deberá prestar la incontestable fuerza de que como Poder total goza, a una de las partes contendientes; naturalmente, la unitaria”. Nada que no hayamos visto ayer mismo y desde 1936, por lo menos, con la represión hacia los votantes del referéndum y las posteriores manifestaciones unionistas, sobretodo, la de Barcelona.

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  2. -2-

    Están actuando a escala inquebrantable de la manera equivocada que hace 100 años aquellos a los que Ortega y Gasset denominó de forma tragicómica “políticos cabeza cartón”, porque continúan sin meditar un minuto que la causa de que los problemas de principios del siglo XX sigan a principios del siglo XXI son las “medicinas” aplicadas y los malos “diagnósticos” “Esto es, al menos, lo que piden los centralistas vascos y catalanes, y no es raro oír de sus labios frases como éstas: “Los separatistas no deben ser tratados como españoles” “Todo se arreglará con que el Poder central nos envíe un gobernador que se ponga nuestras órdenes” Frases que nos recuerdan lo que están diciendo en estos momentos García Albiol, Rivera y de forma menos descarada Borrel o Iceta. Frases que explican por sí solas el encarcelamiento de “los jordis” “Yo no sabría decir –nos dice Ortega y Gasset- hasta qué extremado punto discrepan de las referidas mis opiniones sobre el origen, carácter, transcendencia y tratamiento de esas inquietudes secesionistas. Tengo la impresión de que el “unitarismo” que hasta ahora se ha opuesto a catalanistas y bizcaitarras, es un producto de cabezas…… incapaces para comprender la historia de España” O de cómo el unionismo son quienes están llevando a España a una situación de vértigo mientras se autoproclaman como los únicos salvadores “Más de una vez –nos dice Ortega y Gasset- me he entretenido imaginando qué habría acontecido si hubieran sido encargados, mil años hace, los “unitarios” de ahora, los encargados de forjar España. Yo sospecho que aplicando sus métodos y dando con sus testas en el yunque, lejos de arribar a la España una, habrían dejado la Península convertida en una pululación de mil cantones. Porque, como luego veremos, esa manera de entender los “nacionalismos” y ese sistema de dominarlos es, a su vez, separatismo y particularismo, bien que de sentido contrario. Toda una lección que deberían aprender los arrogantes unionistas que son la causa, y no los defensores, de los males secesionistas de España: sin ellos, España jamás se rompería… Porque el mal español no son los rojos, los ateos, los republicanos, los separatistas, sino los nacional católicos, los rojigualdos. Esos que no dejan vivir en paz a la gran mayoría de los que viven en España porque su fascismo les impide admitir a los españoles tal y como son: variados, plurilingües, nacionalistas… Los quieren a imagen y semejanza de su locura rojigualda y nada más. Del “Castilla ha hecho España y Castilla la ha deshecho” hoy podríamos deducir que: el nacionalismo periférico une España y el unionismo centralista la destruye.

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  3. -3-

    Y la resolución del problema no vendrá de inventar falsas realidades: el pueblo español es demográficamente mayoritario (a parte, muy importante también, de contar con un poder militar incontestable) a vascos, catalanes, gallegos, pero no uniforme: los hay monárquicos y los hay republicanos; los hay de izquierda y los hay de derecha; los hay franquistas y los hay anti franquistas… Y no debemos olvidar que dentro de los propios españoles, los monárquicos, franquistas, derechistas, tratan de igual forma a los republicanos, anti franquistas e izquierdistas que a los “separatistas”, porque sólo admiten una única forma de ser español y nada puede serlo fuera de esa dictadura ideológica. Por eso el error eterno de los no rojigualdos españoles es primar la antipatía atávica hacia el nacionalismo periférico y la burguesía de ese nacionalismo sobre la imperiosa necesidad de adherirse a estos para poder hacer frente a esa mayoría demográfica, que no democrática, que nos impide progresar y convivir. El nacimiento de PODEMOS y su defensa del DERECHO A DECIDIR nos ha dejado una radiografía real del nacionalismo y separatismo periférico: basta que el Poder central, por fin, inhabilite el dogma ideológico nacional católico de la indivisibilidad, para que la gran mayoría del nacionalismo y separatismo periférico se sienta cómodo en esa España que quiere seguir unida pero por la voluntad de los que la forma y no por la obligación bajo amenaza de muerte.
    El sector español contrario al nacional catolicismo imperante ininterrumpidamente en el Estado, porque desde 1939 el Estado ha estado bajo las mismas manos hasta nuestros días, debe apostar sin dudar por conformar una fuerza que aunque no sea mayoritaria, porque demográficamente ya partimos en desventaja, sea una fuerza válida y capaz de doblegar la intransigencia del Estado ideológicamente franquista. Una fuerza que debe ser empelada al unísono en vez de hacer como siempre se ha hecho: cuando una fuerza opositora intenta hacer frente al Estado el resto desaparece o, lo que es peor, encima se posicionan a favor de ese Estado que siempre ha sido enemigo…. El Estado franquista actual es derrotable. Solo hace falta quererlo derrotar. Sobran “izquierdistas” como Sabina y faltan 15Ms que vuelvan a abarrotar las plazas de toda España contra el PP, la violencia del Estado y sus leyes de pernada

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