Las obras de recrecimiento del embalse de Yesa amenazan con vaciar más todavía el Pirineo aragonés. Esta vez le toca a Sigüés, una localidad que tenía más de 700 personas censadas en la década de los 30 y que no llega a 60 en la actualidad. Diez de ellas deberán abandonar sus hogares este miércoles, 18 de octubre, a requerimiento de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Sin alternativas. El motivo es la construcción del dique de cola, para lo que habrá que anegar otra parcela de un pueblo que en el pasado ya fue amputado por un proyecto faraónico que lleva en marcha casi un siglo desde su concepción original.
Tanto los vecinos afectados como Chunta Aragonesista (CHA), que ha canalizado su malestar en los últimos días, aseguran que no se les había informado de estas expropiaciones hasta la reunión que tuvo lugar el pasado 3 de octubre en el Ayuntamiento de Sigüés. El fantasma parecía haberse alejado por completo, pues el anterior encuentro para tratar el futuro de la localidad y el embalse databa de 2010, cuando se aprobó la declaración de impacto ambiental del proyecto de recrecimiento. En febrero de 2011 empezaron a llegar las cartas de ocupación pero los últimos pasos han pillado a todos por sorpresa. (klik egin-ver más)
eldiario.es
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