
Sin embargo, la trayectoria vital de los dos hermanos se bifurcó radicalmente a raíz de la guerra de 1936. José siguió ligado a la Navarra más franquista, fue el arquitecto del Príncipe de Viana y del Banco de España, mientras Javier acabó en el exilio venezolano, donde murió.
El Yárnoz republicano, durante la guerra civil, fue arquitecto de la Dirección General de Prisiones (1937), en Valencia, sede del Gobierno desplazado de Madrid. Tras la derrota huyó a Francia y luego a Venezuela donde rehizo su vida junto a otra republicana navarra, Mª Carmen Húder, amiga de García Lorca, hija de Serafín Húder, quien proclamó la República en Pamplona y que escapó a Baiona cuando su cuñado fue fusilado por los franquistas.
El coautor del proyecto de restauración del Palacio Real olitense, no obstante, recondujo su profesión en Caracas. Llegó a participar en el diseño de aeropuertos, como el internacional de Maracaibo y, también, restauro varias iglesias, tal como ha rescatado para la memoria colectiva el blog de la comunidad vasco -
venezolana Jazoera.
El Olitense
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