España es una nación porque millones de personas se sienten nacionalmente españolas. Este componente subjetivo hace que esto sea innegable. Sin embargo, también pareciera que es una nación "fallida", mal construida, en la que ni sus élites ni sus intelectuales han sabido erigir una idea nacional uniforme y moderna al estilo francés, ni mucho menos han tenido la capacidad para comprender la plurinacionalidad como realidad de España. Ni han impuesto "ilustradamente" ni han construido y seducido democráticamente.
Por el contrario, España se edificó sobre el viejo solar castellano, imponiendo por la fuerza de las armas su hegemonía al resto de naciones peninsulares. Así, España, lejos de ser una suma de los pueblos que la componen, continúa instituyéndose sobre el dominio del nacionalismo oligárquico castellano sobre los demás. (klik egin-ver más)
Marcos Martínez Romano, politólogo (en Rebelión)
César, que sabia construir imperios, cuando conquisto las Galias lo hizo permitiendo que los galos fueran galos y no romanos porque esa era la forma idílica de ser romanos de los galos. O dicho en presente de indicativo: los vascos, los catalanes, los gallegos... la única forma que tienen de ser españoles es siendo muy vascos, catalanes y gallegos, es decir, Otegi, Junqueras y Beiras, por ejemplo, son los verdaderos españoles de esos lugares llamados del nacionalismo periférico, mientras que Albiol, Esparza, Feijóo, Alonso o Maroto… son malos catalanes, vascos y gallegos y por tanto malos españoles… No me cansaré de afirmar que el mal de España no son los separatistas ni los rojos ni los ateos, sino los nazional católicos: porque no dejan vivir en paz a todos los demás, o dicho con ideas de Ortega y Gasset: los unionistas vascos y catalanes son incapaces de entender nada y dejar en sus manos la unidad de España es romperla en mil pedazos
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