Había que cerrar el ejercicio presupuestario, y el Estado pedía 613 millones por las cargas no asumidas. Las estimaciones de Hacienda sin embargo hablaban de un máximo de 480 millones, demasiada diferencia como para pasarla por alto. Sobre todo porque el Convenio Económico se mantenía prorrogado por segundo año consecutivo, y la negociación no acaba de arrancar.
Así que el Gobierno de Navarra decidió pagar menos. Lo hizo con arreglo al artículo 63.2 del Convenio, poco conocido pero bien atado por el consejero de Hacienda, Mikel Aranburu, experto en la materia. Él mismo dio la noticia: Navarra iba a pagar 520 millones. Una decisión controvertida pero firme, que buscaba una reacción por parte del Ministerio, que no tenía a Navarra entre sus prioridades. Había comenzado la partida. Era el 30 de diciembre de 2016 y, ese día, UPN, como el PP y como Ciudadanos, decidió ponerse del lado del Gobierno central. Y en contra de los intereses de Navarra.
Ibai Fernández, en Diario de Noticias
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