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sábado, 13 de enero de 2018

PEOR QUE LOS PRESOS DE ETA

La prisión provisional no solo no puede dar la imagen de ser una condena sino que no puede acabar siéndolo, al desproteger en la práctica de sus derechos a los diputados en prisión. Debe ser verdad que el papel lo aguanta todo y el ciudadano casi todo. Pero la justicia no. Y uno no puede menos que sonrojarse viendo cómo son tratados Junqueras, Sànchez y Forn y observando cómo el Supremo, por ejemplo, se atribuye competencias que no le son propias, sino del Parlament, en aras a un supuesto conflicto de intereses constitucionales. En concreto, para privarles del derecho a asistir al Parlament y forzar una interpretación determinada de la delegación del voto.
Pero no nos perdamos: ¿Qué ha pasado para que el Estado acabe privando a hombres de paz de derechos que hace 30 años reconocía a presos de ETA? ¿Alguien podrá sostener que las libertades no han ido hacia atrás?  (klik egin-ver más)
José Antich, en elnacional.cat

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