De entre todos los españoles del mundo del arte ha tenido que ser un jubilado, un rockero jubilado, quien defienda a Catalunya. Miguel Ríos es la única, y poderosa, voz que ha criticado la reacción del Estado contra los independentistas. Susanna Griso no se lo esperaba. El de Granada ha interpretado un nuevo Himno de la alegría, la de aquel que dice lo que le parece. Y ante el silencio clamoroso de la España artística ha levantado el dedo.
Los Goya, Serrat o Sabina. Nadie critica cómo se está tratando al independentismo por la Administración del Estado pero Ríos ha hablado claro: "Nadie tiene que estar en la cárcel por sus ideas. Se ha hecho un flaco favor a la democracia cuando ha intervenido la Justicia de esta forma; ha sido muy evidente que se han trabajado los tiempos que eran favorables o desfavorables a la causa (contra el independentismo)". En junio cantará en el Festival de Pedralbes de Barcelona. Algunos le acusarán que lo dice para vender entradas.
Un cantante que defiende la libertad. Una rareza en los tiempos que corren. Ha acabado muy claro: "Mis compañeros de profesión callan y se dejan sodomizar con el 21% del IVA". Un dardo directo a todo su gremio del que es decano. Un sabio. "Bienvenido Miguel Ríos, hijo del rock'n roll".
Marc Villanueva, en elnacional.cat
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