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martes, 18 de septiembre de 2018

KATTALINGORRI Y HARROTU, DOS VICTORIAS LGTBI PARA NAFARROA

Primero fue EHGAM, luego nació Lumatza, un colectivo específico para mujeres. EHGAM acabó siendo un colectivo gay. Eran los años noventa y el activismo LGTBI en Iruñea bebía de las pioneras que se levantaron contra la homofobia y la Ley de Vagos y Maleantes. Esta aberración legal de la dictadura se fue deslavando, pero no llegó a desaparecer hasta la reforma penal de 1995. Lesbianas y gays reivindicaban su propia existencia a gritos en aquella Nafarroa carca posfranquista. Buscaban no solo que se reconociera su igualdad y tumbar aquella ley, sino también llamar la atención para que otras personas con su sexualidad atormentada por el conservadurismo y la homofobia tuvieran referentes en la calle que les ayudaran a reconocerse a sí mismos y romper esas cadenas sociales y mentales.
Aritz Intxusta, en GARA

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