El día después de la espectacular aparición de la extrema derecha de Vox en Andalucía, la cuenta de Twitterde Vox Navarra escribía esto a raíz del Día de Navarra: “Desde Vox Navarra reivindicamos que ningún navarro valga ni más ni menos que otro español de cualquier rincón de nuestra querida patria. Por ello, fuera autonomías”. Es una curiosa manera de felicitar el día de una autonomía, abogar por su desaparición, pero, oye, es su ideario: mentir -al menos con esto- no mienten. Lo curioso, por ejemplo, viene cuando dos días más tarde, Sergio Sayas, de UPN, alcanza a decir en una radio que “nunca acordaría un gobierno con nacionalistas y separatistas, todo lo demás es discutible”. Para Sayas, que Navarra deje de ser una autonomía tal y como promulga Vox -amén de toda una serie de medidas profundamente racistas, homófobas, ultraliberales, fascistas y peligrosas- es “discutible”. Ni él ni Javier Esparza ni UPN como tal han conseguido aún dar con un discurso elaborado en el que poder explicar la visión que tienen de Vox. O han dado con el discurso pero no lo van a manifestar por la sencilla razón de que si cargan contra ese espectro político están cargando contra parte de sus propios votantes y eso, por ahora, es mucho cargar. UPN ve -porque lo ve- que hay un movimiento que va a poner más arriba que antes el voto españolista no navarrista y que dos de los partidos que recogen ese sentir abogan por o eliminar el Convenio o directamente la autonomía, pero igualmente ve que esos votos aún están en sus filas o que sin esos votos y los del PPN difícil será volver a Diputación. Por lo tanto, por ahora a callar ante lo grueso y básico de Vox y como mucho críticas menores y de forma más que de fondo, de igual modo que históricamente así ha sido ante el leal socio PPN y luego ante Ciudadanos. Es lo que tiene querer mucho más el poder que el foralismo.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias
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