Comienzan por enunciar la necesidad de “disociar ETA del contexto del franquismo porque la mayor parte de sus víctimas fueron en democracia”. Parecen pedir que se elimine de cualquier análisis el dato de la ETA del período de la dictadura, la sacudida del proceso de Burgos que revolvió las conciencias de millones de demócratas en el mundo dando a conocer la existencia de la cuestión vasca. Cual si fuese irrelevante que una parte importante de la juventud encontrase, acertada o equivocadamente, más sugestiva una oferta de resistencia activa que otras que optaban por esperar a que las contradicciones internas del régimen precipitasen su caída. O que junto a ETA surgiese simultáneamente una ideología abertzale de izquierdas inexistente desde la ANV de los años 30.
Inciden en diferenciar el tiempo de democracia y el anterior, cuando en realidad el franquismo nunca ha desaparecido de nuestra sociedad, sigue estando presente hoy, en los mandos del ejército, de la judicatura, de la policía, de la guardia civil... no se puede hablar de democracia cuando un poeta asesinado como García Lorca continúa en una cuneta, y el mayor criminal de nuestra historia Franco en un mausoleo!!
ResponderEliminar