Aún no había acabado el recuento de votos y ya desde la noche del 28 de abril destacados analistas oficiosos del Ibex aconsejaban a Pedro Sánchez que burlara el veredicto de la soberanía popular. Por supuesto, vetando a las fuerzas con las que ha gobernado desde que barriera la basura del PP de la Moncloa. Como si se tratara de una consigna, ayer mismo lunes no había prácticamente un solo grupo editorial que no aconsejara asimismo la conveniencia de un acuerdo, tácito o expreso, del PSOE con Ciudadanos. Desde medios vinculados a la Casa Real, como el Grupo Godó, al Santander o BBVA, como el Grupo Prisa, se venía a sugerir que la Moncloa no debería respetar la voluntad electoral de la inmensa mayoría de los españoles favorables a la continuidad de un gobierno progresista. O sea, hablando en plata, hay que atar de manos y pies al presidente de Gobierno. (klik egin-ver más)
Fernando López Agudín, en Público
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