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sábado, 19 de octubre de 2019

EL ÚLTIMO CLAVO DE LA INVOLUCIÓN PERMANENTE

La sentencia del TS contra los presos políticos catalanes –bien llamados así por ser rehenes de una estrategia de Estado- es grave e inicua.
Grave por la descripción falsa de los hechos, por la calificación inapropiada (sedición y malversación), las duras penas impuestas y las consecuencias de todo tipo; desde el barrido de toda una generación de dirigentes políticos, que solo siguieron el mandato popular de representación, pasando por el aviso de ilegalización punible de cualquier acto de desobediencia o desafío al Estado, incluso cuando se produzcan por métodos democráticos y con procedimientos institucionalizados.
También inicua por injusta e intencional al quererse dilucidar en sede judicial y mediante castigo un problema político que corresponde a otra esfera, la del diálogo político.
La absolución o, a lo más, la desobediencia de unos y la resistencia pasiva y pacífica a la autoridad de otros, eran lo justo. Y a partir de la sentencia, la amnistía sería lo balsámico.  (klik egin-ver más)
Ramón Zallo, Profesor Emérito y miembro de Demokrazia Bai

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