Sin visibilidad no hay repercusión. Sin repercusión es muy difícil que crezca el interés por una actividad. Sin audiencia es imposible que aparezcan los patrocinadores que ayuden a impulsar una disciplina deportiva. Este círculo vicioso que lastra el deporte femenino, y que fomenta la desigualdad de género, tiene su origen en una dolorosa realidad que un informe ha puesto sobre la mesa. Desde 1992 y hasta el mes de agosto del presente año, tan sólo el 2% de todas las retransmisiones deportivas en televisión en nuestro país han sido de competiciones femeninas. Un dato que resulta más doloroso si pensamos que muchos de estos años coinciden con la época donde más éxitos han conseguido nuestras deportistas. (klik egin-ver más)
Ricardo Uribarri, en ctxt.es
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