Los hechos se conocieron cuando el propietario de una finca de toros de Marcilla denunció en la comisaría de la Policía Foral de Tafalla que varios jóvenes estaban accediendo de manera habitual a su finca para, a su juicio, torear a novillos, vacas y toros.
En el mes de junio advirtió que varios novillos habían sido movidos de corral. También denunció que muchos fines de semana del verano habían continuado estos accesos no autorizados. En uno realizado recientemente encontró cuatro toros sueltos en la plaza, siete toros más apartados en otro corral y un octavo muerto entre ellos.
En una vigilancia pudo comprobar cómo varios jóvenes entraban a la finca, reconociendo a uno de ellos. El perjudicado denunció los daños que suponen para su patrimonio no poder vender esos animales al haber sido toreados.
Finalmente, las investigaciones llevadas a cabo por los agentes del Grupo de Policía Judicial de la Policía Foral de la comisaría de Tafalla, propiciaron la identificación del resto de implicados y su posterior detención.
Agencias
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