Hoy mismo se cumplen 552 años del asesinato en Tafalla -en el lugar que indica la cruz de la fotografía- del obispo Nicolás de Chávarri por parte del líder agramontés, mosén Pierres de Peralta. Fue un 23 de noviembre de 1468, y la leyenda cuenta que el crimen conmocionó de tal manera a Navarra que ni siquiera el perverso Juan II pudo defender esta vez a su sicario, y que por eso mosén Pierres tuvo que viajar hasta Roma para implorar el perdón del Papa, pues ningún otro eclesiástico de rango más bajo podría absolverle de semejante ignominia. Pero llegado a Roma, el sumo pontífice se negó a recibirle, así que el taimado mosén Pierres ideó una estratagema muy ingeniosa para salvar su alma. Afirman que, sabiendo que el Papa salía a pasear todas las tardes por la ribera del Tiber, se arrojó al agua dando grandes voces y fingiendo que se ahogaba. El Papa trazó entonces la bendición en el aire y dijo:
"Yo te absuelvo de todos tus pecados... excepto si eres mosén Pierres de Peralta". Porque en verdad era muy malvado mosén Pierres, tanto que hasta hace no demasiado tiempo, en muchas localidades de Navarra todavía se decía de la gente sin palabra y de mal vivir:
¡Ese es más malo que Pierres! Pero ahora hay tantos Pierres sueltos por todos lados que ya no sé si la expresión sigue teniendo demasiado sentido, o siquiera si alguien la entendería aún. Al otro lado de la barrera tampoco eran mucho mejores, y también recuerdo que en Artajona, cuando un mocete sale muy travieso, le recriminan sus barrabasadas diciéndole: "
¡Ay, Lerín, Lerín!", porque no olvidan tampoco que el maldito conde de Lerín atacó y quemó la villa en aquellos tristes tiempos de la guerra civil entre agramonteses y beaumonteses.
Mikel Zuza, en su página de Facebook
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