Creíamos que por un tiempo estaba cubierta nuestra cuota de asombro tras leer que a Ana Elizalde, teniente de alcalde por UPN en Iruña, no se le ocurrió recurso menos patético para distraer la atención del tema que se estaba debatiendo que identificar a la oposición en el consistorio con el Athletic de Bilbao, como si fuésemos todos tan necios como para desconocer que ese club tiene en Navarra muchos incondicionales para nada abertzales, y que, del mismo modo, hay muchísimos vasquistas que llaman "cartera" a lo que en Ibaigane conocen arrogantemente como "cantera".
Pero he aquí que hoy nos cuentan que Patxi López, de viaje por la India para favorecer la implantación de empresas vascas en el área, le ha entregado como obsequio institucional una camiseta del Athletic al primer ministro de Majarastra (Bombay). Como si fuese un emblema que recoge la sensibilidad de todos los vascos. ¿Descuido? ¿Insensibilidad? Desde luego, una muestra más de su irremisible proceso de salida de un cargo al que llegó como llegó y que cada día se evidencia como más desproporcionado para su capacidad.
¿Qué fijación tienen, en uno u otro sentido, los políticos de nuestro entorno con el Athletic?
Praxku
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