Las elecciones catalanas van a modificar la realidad política española.
Supongamos, en primer lugar, que el próximo domingo la línea soberanista
fracasa porque ya ha agotado su capacidad de crecimiento electoral,
pese a la opinión imperante en los medios de comunicación. CiU retrocede
en vez de avanzar, se redistribuyen los votos y la suma de escaños
prorreferéndum resulta igual o inferior a la actual. Mucho ruido para
nada. Una legislatura endiablada por delante e indiscutible victoria del
sector español que desde hace tiempo considera que el catalanismo es un
tigre de papel (klik egin-ver más)
Enric Juliana, en La Vanguardia
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