El término de Ujué, a pesar de la intensa roturación de finales del siglo XIX, siempre conservó extensas manchas forestales de pinos, encinas, chaparros, coscojos, bojes y enebros.
La recogida de leña era libre y muchos habitantes de los corrales sacaban del monte cargas de leña y de raíces que luego vendían en los pueblos mugantes a Ujué, siendo una fuente importante de ingresos. La leña ha sido un producto de primera necesidad hasta tiempos en que se generalizó el uso del butano en nuestros hogares, no hace ni sesenta años. (klik egin-ver más)
Blog de Mikel Burgui
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