Esta semana se ha vuelto a repetir ese fenómeno tan nuestro por el que hemos denunciado con especial indignación las torturas en el extranjero -las torturas de la CIA- mientras mantenemos una actitud mucho más ‘prudente’ respecto a las torturas que se producen dentro de nuestras fronteras.
La doble vara para medir lo que ocurre en el extranjero y en España no es algo nuevo y alcanza a la opinión pública, las instituciones y las portadas de la mayoría de los periódicos: resaltamos que el Senado de Estados Unidos publique las miserias de su país al tiempo que seguimos aferrados a una ficción que niega las torturas en España y las recluye en el terreno de la excepción y la anécdota.
No se trata de alabar a los Estados Unidos – sus agentes han torturado brutalmente y la sociedad apoya los malos tratos– pero en España las principales instituciones del Estado nunca han abierto un proceso de investigación como el que ha emprendido el Senado estadounidense. En ese camino, tenemos que reconocerlo, los yanquis a los que tantos criticamos, nos llevan algo de ventaja. (klik egin-ver más)
Iker Armentia, en eldiario.es
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