¿De verdad tan poca gente se pregunta por qué tienen que haber dos mujeres atractivas dando un beso al ganador de la etapa? Me explico: si hubiera una mayoría que se cuestionara la necesidad de ese acto sexista, dejaría de producirse inmediatamente, ya que no admite a razones su existencia. Hablamos de esa sencilla acción que vemos en prácticamente todas las carreras del mundo: dos mujeres jóvenes de gran belleza sonríen a cámara mientras entregan un ramo y otro detalle al ganador de la etapa, al líder de la general, al líder de la montaña... al que suba por allí, para después acabar dándole cada una un beso en la mejilla. Un hecho tan arraigado en el ciclismo mundial que chocaría enormemente que desapareciera de la foto final de cada etapa.
Sorprenderá primero donde primero amanece. Australia ha querido dar un paso adelante en este asunto y ha decidido prescindir de la histórica figura de las azafatas. En el próximo Tour Down Under, la primera gran competición de 2017, no habrá mujeres besando a los ganadores en el podio, sino jóvenes promesas ciclistas entregando los detalles a sus referencias, a sus ídolos, a esos corredores que les sirven de inspiración para subirse cada mañana a la bicicleta y entrenar mientras siguen en el colegio. ¿Qué les parece más apropiado, las azafatas o los niños?
Jesús Garrido, en El Confidencial
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