Justicia ejemplarizante para nada ejemplar, esa que ofrece los mejores y más constantes ejemplos de injusticia. Muy abundante en el florido vergel de la inmaculada injusticia española.
Justicia ejemplarizante, ese concepto tan querido y proclamado por dictaduras confesas todas y al que se aferran sistemas judiciales, como el español, herederos y sobrevivientes de la que nos tocó por estos lares. Los ejemplos vividos por gentes de mi edad son múltiples: el de Itziarren semea, el de Grimau, el Juicio de Burgos, el Proceso 1001 contra aquellas CCOO, Puig Antich, Txiki y Otaegi, FRAP… en plena dictadura, los juicios por insumisión al servicio militar obligatorio, la larga saga del todo es ETA novelada a lo posmoderno por Baltasar Garzón, el sumario contra los jóvenes de Altsasu, el violentísimo golpe de estado del Govern catalán… en plena y ejemplar democracia a la española.
Fabricación de pruebas ad hoc, interpretaciones perversas de hechos, mucho color y calor mediático, mucho “a por ellos”, mucho “para que aprendan”, mucho de la pedagogía de “la letra con sangre entra”… Y sí, aprendimos mucho ya desde jóvenes: en el florido vergel de la inmaculada injusticia española nacimos muchos cardos punzantemente críticos con la eterna España inquisitorial, uniformadora en fe y convicciones, para quien la patriaña historicista es dogma inviolable e incuestionable. Sí, la patriaña de los quinientos años de connivencia, de la unidad de desatino en lo universal… (klik egin-ver más)
Bixente Serrano Izko, en Diario de Noticias
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