La declaración de cese definitivo de la actividad armada de ETA del 20-10- 2011 ha causado un auténtico terremoto político y social que invita a lecturas de pasado y presente y a pensar el futuro político inmediato. Las elecciones generales celebradas un mes después, el 20-N, apuntan también a un nuevo escenario institucional.
1. REACCIONES
* Hay quienes no han aceptado el cese definitivo de las acciones de ETA porque ya no ofrece la oportunidad del exterminio y derrota total del supuesto complejo ETA-Izquierda Abertzale (IA) ni, de paso, la marginación del nacionalismo en su conjunto. En este caso la mirada es desde las claves de una España única y de un Estado que dice defenderse sólo del terrorismo, ninguneando la reivindicación nacional vasca y sacrificando rasgos bastante sustanciales de un estado de Derecho. (klik egin-ver más)
Ramón Zallo (en La República)