
Hay que tener en cuenta además, porque la cosa se podría poner aún peor, que el precio de la materia prima, el petróleo crudo, por el que se pagan actualmente 112 dólares el barril de 159 litros, está actualmente muy por debajo de su máximo histórico (147 dólares) alcanzado en junio de 2008, aunque la gasolina sólo llegó entonces a 1'27 euros por litro.
Además de la depreciación del euro frente al dólar, la explicación de este desfase está en la composición del precio del combustible. La mitad de lo que pagamos por la gasolina son impuestos: el IVA, el impuesto sobre ventas mayoristas, y y el impuesto especial de hidrocarburos.