
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, llega mañana a España, invitado por Zapatero para preparar la cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que tendrá lugar en septiembre en la sede de las Naciones Unidas. Zapatero y Kagame serán presidente y copresidente del evento; el segundo "en representación de los países en desarrollo". Cientos de ONGs han expresado su protesta por la visita oficial de este genocida, que entre otros crímenes de guerra es precisamente responsable del asesinato de nueve misioneros y cooperantes españoles durante los años 90.
Parece que con los africanos utilizamos una vara de medir distinta, como si consideráramos aceptable que allí pudiera haber dictaduras. La ONU elige a Paul Kagame, el mayor criminal en activo, promotor de un conflicto armado que ha causado la muerte de cinco millones de congoleños y dos millones de ruandeses, como ejemplo y modelo para el mundo. Tanto esta designación como la aceptación, invitación y recepción española a Paul Kagame, es una gravísima falta de respeto al pueblo ruandés, al pueblo congoleño, a los españoles asesinados, a la Justicia española, a la paz y estabilidad mundial así como a la propia institución de la Organización de Naciones Unidas.