domingo, 15 de agosto de 2021

EL EUSKERA, SEGÚN XABIER DÍAZ ESARTE

     Quien levanta la quijada de burro contra el euskera repite el gesto de Caín contra su hermano Abel. Porque el euskera lleva en esta tierra más tiempo que todos nosotr@s, habita en nuestro imaginario y forma parte de nuestro nicho ecológico. Si un día desapareciera, el equilibrio natural se resentiría. Es imposible ocultar su presencia. Lanzas una voz al viento y el eco nos la devuelve en euskera.

    Venimos del euskera. ¿Quién puede mirarse al espejo y no reconocer su propia imagen reflejada en él? ¿Quién reniega de sí mismo? ¿Quién se avergüenza de su identidad? ¿Quién desprecia el legado recibido de sus padres?

   ¿Quién nos ha inoculado este autoodio para que entre herman@s de leche, unos se reivindiquen de origen y cultura vasca y otros lo rechacen ofendidos? Esto no ha sucedido de un modo natural, tiene mucho de manipulación histórica, de obligada renuncia a lo que somos.

    Una lengua nunca es una amenaza en sí misma. Es un tesoro, un plus de conocimiento, un patrimonio a preservar, un componente de nuestra identidad, un adhesivo cultural que nos aglutina como sociedad.

    Ez al dakizu euskera dela euskaldun egiten gaituena?  (klik egin-ver más)

Fuente: Mendixut

PERDIDO YA EL VEDADO DE EGUARAS, ¿CUÁNTO DURARÁ LA NEGRA?

 Perdido ya el Vedado de Eguaras, ¿cuánto tiempo le queda a La Negra para que la perdamos en otro incendio fruto de la misma desidia que éste? El desastre que hemos padecido nos conduce a una evidente desertificación y deja a la Ribera sin uno de sus destinos más naturales y auténticos para los turistas... ¡Podía y debería haber sido evitado!

De paso, también se podría haber evitado culpar a una chispa y a un pobre agricultor que está solo cosechando en el monte, de ser la única causa de un incendio de cuya responsabilidad se han desentendido todas las Administraciones que, además, han sido incapaces de adelantarse al problema e implementar soluciones... 

Al parecer, el riesgo que entraña una cosechadora no es previsible, ni protocolizable evitar sus riesgos... ¡Increíble!    (klik egin-ver más)

Mariano Navarro Lacarra, en Plaza Nueva