
Pero “normalizar” (volver una cosa a su estado o situación normal), no es una palabra que se pueda utilizar para “soliviantar” a la gente, así que los ínclitos organizadores la han sustituido por “imponer”, que tiene un significado mucho más rotundo, aunque cuando uno ingenuamente pregunta que dónde se está imponiendo el euskara, se da la callada por respuesta, pues no hay respuesta. Sería como decir que el ser médico o enfermera se “impone” para trabajar en un hospital, donde la norma lo exige por razones obvias, de la misma manera que si alguien trabajando en la administración va a tener que tratar con personas que hablan euskara lo normal es que tenga que saber el idioma. Lo anormal ha sido la situación que hemos tenido hasta ahora. (klik egin-ver más)
Desde China, un Ribero (Josela)