
Balbino, que en 1914 recibió de Alfonso XIII el título de Caballero de la Orden de Isabel la Católica, incorporó a muchos navarros a las empresas Arizu, de las que al morir él en 1936 se hicieron cargo sus sobrinos. Ya en 1911 se pudo, gracias a una donación suya, construir un nuevo edificio consistorial y una nueva escuela en Unzué. Y diecisiete años después se le declaró hijo predilecto de la villa y se acordó llamar Plaza Arizu al lugar donde está la casa familiar, hoy Centro de Jubilados de Unzué, que también donó al pueblo. Murió en Argentina en 1936. Uno de sus descendientes, Alberto Arizu, propietario de las Bodegas Luigi Biosca de Mendoza, estará el sábado en Unzué, donde se renovará de esta manera la expresión del agradecimiento del pueblo a toda la familia.
Fuente de datos biográficos: Juan J. Recalde, en La Voz de la Merindad
Fuente de datos biográficos: Juan J. Recalde, en La Voz de la Merindad