
A día de hoy hay nueve personas que se juegan penas de entre 10 y 15 años por propinar una paliza con el resultado de lesiones en dos personas. Es decir que el fiscal les pide la misma pena por las contusiones, moratones y un esguince grave que por matar a una persona. Lo hace porque considera que tal comportamiento fue “terrorismo”. No lo pensaba así la juez de Alsasua que los dejó en libertad con cargos acusados de lesiones y atentado. Pero después de una preclara agitación en redes sociales y en prensa acudiendo a remover los sentimientos de la gente, que poco suelen tener que ver con la justicia y la equidad, dieron en quitarle el caso a la de Alsasua para dárselo a la de Génova. (klik egin-ver más)
Elisa Beni, en eldiario.es