sábado, 3 de julio de 2021

SIN RESPALDO DE LA OEA, A LA DERECHA PERUANA SÓLO LE QUEDA EL GOLPE

     De la única parte de donde no se vuelve, es del ridículo. La delegación que la candidata ultraderechista peruana Keiko Fujimori envió a Washington para reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigirle una auditoría internacional de las elecciones que perdió ante el maestro rural Pedro Castillo, fue un fracaso, un papelón internacional.

    Mientras, los discursos golpistas de la derecha y ultraderecha tensan más un ambiente ya muy crispado, en el que afloran expresiones racistas contra Castillo. “Terruquitos, no se escondan, quiero verlos en la fosa, de sus tripas voy a hacer cebo”, amenazan los cánticos, en ritmo y tono militar, de manifestantes de ultraderecha que marcharon por las calles de Lima contra Castillo.

   “Terruco” es sinónimo de terrorista y también tiene un fuerte contenido racista. La derecha lo usa para descalificar a la izquierda e identifica a los sectores populares, a los pobladores andinos y rurales, a los votantes de Castillo, como “terrucos” (klik egin-ver más)

Mariana Álvarez Orellana. Antropóloga, docente e investigadora peruana, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico   (en Rebelión)